21 de marzo de 2010

Otra vuelta de tuerca - Henry James


 "Es por los niños. Gloría Fuertes"



 Estoy algo cansado de la etiqueta de "Clásico", porque una obra este tildada o considerada "clásico", de pronto, no puede ser medida por el mismo rasero que a las demás, pues conmigo han topado los clásicos (jeje).
 Me resultó una autentica tortura terminarla. Por un lado tenemos un ritmo cansino, el cual queda más que reflejado en una frase de una crítica, que pretendía ser positiva, "¿Qué puede hacer una institutriz, sola en un aislado caserón, para proteger a sus dos pupilos del lento acoso de los fantasmas?", lento no, muy lento, aterradoramente lento. Por otra parte nos enfrentamos a una densa narrativa colmada de ricos detalles, tan brillantemente escrito que del mismo fulgor luminoso te ves obligado que mirar hacia otro lado, y es cuando ves otra novela y cierras esta para leer aquella que has visto, pensándote muy mucho si marcar la pagina, pero luego te imaginas volviendo a empezar y la marcas entre sudores fríos. Pero lo que realmente me mató, no fue la pesadez ni el denso follaje sino, el personaje de la institutriz. Debo reconocer, para mi vergüenza, que la abofetearía si pudiera. Es el personaje más angustioso con el que me he enfrentado, exasperante hasta el límite de hacerme gritar "tú eres muy tonta".
 No, definitivamente no la recomiendo, solo si eres muy leído y gustas de densos textos de corte "clásico" te animaría a hacerlo, pero en caso contrario, huye, huye insensato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario