

"Si lo breve es bueno..."
Cuando me propuse escribir estas líneas, me prometí a mi mismo que no mencionaría aquella abominación de celuloide que dice estar inspirada en esta obra, inspirada en el titulo y nada más, así que cumpliré mi promesa y no lo haré. (ups)
Richard Matheson lo hace fácil, aunque peque de alguna coletilla que otra, más evidente en "La casa infernal" si cabe, va tejiendo línea tras línea a tu alrededor, atrapándote en la opresiva atmósfera de una minúscula casa, solo, obligándote a leer sin descanso, lo cual resulta ser todo un placer.
La amena lectura te acompaña desde el inicio y no te suelta hasta la última palabra, hasta la última frase, que dicho sea de paso, "que última frase". Si eres de los que, al ojear, lees los últimos compases en la librería, en este caso es un grave error.
En mi opinión guarda un interesante y atípico equilibrio entre géneros difícil de encontrar. No es pionera ni única en este aspecto, pero si de las mejores en su empleo.
El autor propone un futuro desolador, donde el protagonista trata de sobrevivir a la nueva realidad, en un mundo devastado pero no en soledad, jugando con los miedos más humanos.
Una novela que recomiendo encarecidamente, liviana y ágil, que no te robará apenas tiempo, aunque todo aquel que le dediques será tiempo bien empleado. Te va a gustar, de no ser así... haztelo mirar.

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