"Hijos de puta"
En un principio podría parecer violencia gratuita, pero hay casos reales que superan con creces la ficción de esta obra, que bien podría estar inspirada en alguno de estos casos.
Resulta aterradoramente creíble, con un elenco infantil, al más puro estilo Laymon, salvando las distancias, por supuesto. La situación, las acciones de los diferentes personajes y sus respectivos caracteres, todo encaja a la perfección.
El autor nos narra una atroz historia desde los ojos de uno de los niños. Nos dibuja su mundo, su barrio, sus normas, sus juegos y como estos se van torciendo y retorciendo, hasta convertirse en una horrible atrocidad. Ve como la situación se escapa de sus manos, como todo cambia sin poder hacer nada, dejándose llevar, formando parte de todo aquello, atrapado en su propio juego.
Por alguna razón esperas y anhelas un final diferente, aunque me gusta como acaba, como resuelve la situación, el modo que cabría esperar podría haber dado al traste con el conjunto de la obra.
Un libro entretenido, de rápida lectura y bien construido, que te hará sentir, cuanto menos, incomodo.
Recomendado a todo amante del género.
Sinopsis
Los suburbios en una ciudad cualquiera de los Estados Unidos en los años 50. Calles sombreadas, con el césped bien cortado, árboles en líneas perfectas y casas acogedoras. Un lugar tranquilo y bonito donde crecer, siempre que no seas la adolescente Meg o su hermana tullida Susan.
En una calle sin salida, en un oscuro y húmedo sótano de la casa Chandler, Meg y Susan, cuyos padres han muerto, están cautivas a manos de una tía lejana que está cayendo progresivamente en la locura. Una locura que está trasmitiendo a su familia, y finalmente al barrio entero.
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